La IP 192.168.o.1.254

Las direcciones IP están formadas por cuatro bloques, de modo que cada uno forma un octeto. Un octeto es la combinación de ocho números del código binario y esto da lugar a las puertas de enlace que conocemos. Esta sería una definición un poco técnica.

Para que lo entendamos más fácilmente, una IP está formada por cuatro bloques de números separados por puntos. Cada una de esas cifras oscila entre 0 y 255 y la IP que formen será el número de identificación de nuestro dispositivo.

Como podemos apreciar, la IP 192.168.O.1.254, es una excepción a esta regla, por lo que puede ser sustituida por la 192.168.0.254, que entra dentro de los padrones establecidos, formando parte a su vez del grupo de las 192.168.X.X que son las IPs usadas dentro de redes locales.

Otros ejemplos son 192.168.1.254, 192.168.2.1, 192.168.0.1… Todas ellas usadas en el ámbito de las redes privadas.

Las redes de conexión pueden ser privadas, aquellas que usamos en casa o el trabajo, o públicas, las que nos conectan con el exterior de nuestra red y nos dan acceso a internet. En este caso vamos a tratar exclusivamente las redes privadas y su configuración.

192.168.o.1.254
la configuración de ip 192.168.o.1.254

192.168.0.254

La IP 192.168.0.254 es la usada por los routers de la conocida empresa TP-Link, una compañía china especializada en productos de redes informática. De modo que, en la mayoría de casos la IP 192.168.0.254 será la que usaremos para realizar la configuración.

Para ello, no tendremos más que escribirla en nuestro navegador web. En caso de que lo hagamos y no funcione, podríamos estar usando una IP equivocada.

La mejor manera de asegurarte cuál es la tuya es mirando debajo del router, donde suele venir escrita, o buscándola con el sistema operativo de tu ordenador o teléfono móvil, lo cual no suele ser muy difícil.

Si eres usuario de Windows, puedes usar cmd y una vez se te abra un cuadro en la pantalla, con el comando Ipconfig. De este modo podrás ver tu IP y otras informaciones relativas.

Una vez dentro, accedemos a un menú en el que debemos conseguir acceso con nuestro nombre de usuario y contraseña. Hecho esto, podremos realizar todas las configuraciones necesarias.

El tipo de menú al que accederemos variará según la compañía proveedora de servicios o el modelo del módem, pero todos guardan cierta similitud y los campos que encontraremos serán WAN, LAN, Seguridad, Puertos…

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Cómo esconder la IP para ganar privacidad mientras navegamos

Como todos sabemos, cualquier dispositivo que se conecta a internet es identificado por su IP, en nuestro caso la 192.168.0.254, por lo que son muchos los usuarios que se preguntan qué pueden hacer para ganar privacidad a la hora navegar y no estar visibles continuamente.

La verdad es que esconder la IP es fácil, pero no es tan fácil esconderla bien.

Esto quiere decir que podemos esconderla con facilidad, pero si alguien quiere descubrir quiénes somos, no le resultaría muy difícil averiguarlo.

Existen formas más complejas que aumentan el grado de privacidad, aunque para ello se requiere un conocimiento más avanzado. De cualquiera de las maneras, vamos a ver algunas de las más comunes:

  • El modo de “ventana privada” de cualquier navegador web. Es la forma más simple de ocultar nuestra IP y al mismo tiempo, la forma más fácil de que nos descubran, pues existen muchos medios para hacerlo. Para acceder a esta forma de navegación hacemos clic con el botón derecho del ratón y entramos en “ventana privada”, veremos un símbolo en la parte de arriba del navegador que nos indicará que estamos en ese modo.
  • Usa el navegador TOR. Es un navegador que se ha desarrollado para poder navegar por internet sin mostrar en ningún momento nuestra IP. Aunque es más seguro que el método anterior, tampoco es seguro al cien por cien.
  • Descargando un servido VPN (Virtual Private Network) que crea una red privada virtual y puede ayudarnos a acceder a internet con una IP diferente.
  • Usando la IP del servidor proxy. Este es uno de los métodos que proporcionan más seguridad, pues no navegamos con nuestra IP sino con el IP del servidor proxy, pero para ello se requieren conocimientos de nivel avanzado.

¿Dónde encontrar ayuda para aprovechar al máximo tu Wifi?

Está es una pregunta que la mayoría nos hemos hecho muchas veces, tanto porque no somos expertos como porque no paran de aparecer nuevos conceptos. Muchas personas no consiguen la configuración que les gustaría por miedo y acaban optando por quedarse con la configuración que viene por defecto o, simplemente, realizan ajustes muy básicos.

No se debe tener miedo a la hora de configurar nuestra Wifi. La mejor forma de aprender es experimentar, si cometemos algún error, siempre se puede llevar el router al estado de fábrica y recomenzar con la configuración que venía por defecto.

Lo primero que debemos hacer es leer el manual para entender los distintos conceptos y todo lo que se puede hacer dentro del área de configuración.

También es de vital importancia prestar atención a los consejos de seguridad. Si tras haber leído el manual seguimos con dudas, en internet existen infinidad de blogs, manuales, videos o foros en los que podremos encontrar las explicaciones más complejas.

Si tenemos un problema técnico con el router y no sabemos encontrar la solución debemos llamar a la compañía proveedora de servicios y ella nos orientará. En caso de ser necesario nos mandarán a un especialista a casa.

Las opciones de seguridad más importantes

Como hemos dicho anteriormente, debemos hacer especial hincapié en las opciones de seguridad, pues por mucha potencia que tengamos en nuestra red, si dejamos que alguien entre de forma ilegal, lo acabaremos pagando caro.

Existen muchas formas de protegerse, es por ello que debemos conocer nuestras necesidades y recursos. El cambio de clave es básico. No tiene ningún sentido usar la que viene con el router porque averiguarla es tan fácil como buscarla en internet.

Los fabricantes suelen tener una serie de claves estándar. Una vez hecho esto, y dado un nombre que nos resulte fácil de identificar a nuestra red, el siguiente paso será aprender a dejar abiertos los puertos que estén en uso y cerrar los que no.

Si nos gusta jugar online y hemos entrado en distintos foros, con toda seguridad que hemos oído hablar de la NAT y la UPnP. Son dos mecanismos usados para el control de los puertos.

La NAT (Network Access Translation) consigue que dos dispositivos incompatibles que se quieren conectar puedan hacerlo compartiendo la misma IP. Es decir, NAT consigue que se acaben compatibilizando.

La UPnP (Universal Plug and Play) consigue que cuando dos dispositivos similares van a conectarse se produzca la apertura automática del puerto. Con la UPnP debemos tener cuidado porque su funcionamiento no es detectado por el firewall o cortafuegos y podrían entrar paquetes de datos no deseados.

También podemos aumentar la seguridad a través de un filtrado. Esto lo podemos hacer accediendo a un apartado llamado MAC en el que podremos hacer una lista con los dispositivos que se van a conectar. Solo los que hayamos inscrito en esa “lista” podrán hacerlo.

En este caso la seguridad es máxima, pero no es recomendable para redes en las que hay muchos dispositivos entrando y saliendo, pues el ingreso de estos en el filtrado no es automático.

Por ejemplo, si tenemos una Wifi en casa y continuamente invitamos a amigos que quieren conectarse, sería muy molesto tener que entrar con nuestra IP 192.168.0.254 y realizar una nueva inscripción en la MAC para darles acceso.

Qué es el DNS y para qué sirve

Otra parte importante en la configuración de una red es conocer el DNS. Seguro que todos hemos visto alguna vez DNS en nuestro navegador mientras intentamos conectarnos a algún sitio web.

DNS significa Domain Name System o sistema de nombres de dominio y se encarga de traducir las IP en las direcciones de internet que todos conocemos y ponemos en el navegador para llegar al site deseado.

Estas operaciones se realizan en unos servidores que se encargan de ellas y se dividen en dos tipos: servidos primarios y servidores secundarios. Los primarios son aquellos que cuentan con la información necesaria para llevar a cabo la operación, mientras que los secundarios son aquellos que por una falta de información en su base de datos necesitan dirigirse a un servidor primario para así conseguir realizar la operación.

Los routers suelen venir con unas direcciones DNS determinadas y estas, por sus características, condicionan la velocidad o la accesibilidad a determinados sitios entre otras cosas. Es importante destacar que estos DNS se pueden cambiar por otros alterando así sus características.

La velocidad de una red no depende solamente de la cantidad de megas que hemos contratado sino también de otros factores, como estamos viendo.